Damián Martínez pateó de más de 30 metros y la clavó, pero la pelota dio en el parante interno y salió rápido. Ni el árbitro ni sus asistentes lo vieron.
Esta vez, el del blooper no fue ningún jugador, sino la terna arbitral (encabezada por Luis Álvarez) que se "comió" un golazo de Diego Martínez.
Más allá que el partido finalizó 3-0 en favor de Independiente Rivadavia, cuando el partido estaba sólo 1-0, el volante de la Lepra pateó de más de 30 metros y la pelota dio en el travesaño, luego pegó en el arquero, entró y dio en el parante interno para luego salir rápidamente.
En el momento, todos vieron gol menos los árbitros. Rápidamente el arquero de Patronato entendió el error del juez de línea y se enojó por el reclamo de los jugadores y el DT local, Jorge Ghiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario